jueves, enero 21, 2016

Empezando a correr...

Había una vez...
Una vez que me rendí, pensé que ya no volvería.
Me rendí sin condiciones, sin secretos, sin importarme nada de nadie, ni de mi propia existencia.
Me rendí pero seguí. Como caminar en un suelo de piedras filosas, no te paras por el dolor porque sabes que adelante está la salida, que en algún momento podrás volver a respirar, y sigues sangrando, sigues agrandando la herida. Porque cuando te rindes te desconoces. Desconoces tu esfuerzo de ser una persona de bien, desconoces el esfuerzo de tus padres por traerte al mundo. Desconoces y anulas la existencia de Dios y su plan divino. Desconoces su misericordia.

Cuando ya solo dejas que el río corra, sin enfrentarte a él, sin hacerle saber que vas a pelear contra su cauce poderoso pero llegarás a tu meta y seguirás con dignidad, el río en algún momento se cansa, y te deja seguir, te deja tranquila, y aveces hasta te empuja, y te ayuda.


Hoy me siento diferente. Porque reconozco que soy solamente humana, que soy perfectamente capaz de cometer y repetir los errores, que es falso eso de que con una piedra en el camino se aprende. Hasta que no te encuentres con "La Madre Piedra" no llegas a tu enfoque, a tu destino, a tu propio cauce. Aunque hay unos que nacen con la madre piedra sobre ellos, yo la conocí ya crecidita, en tiempos donde ya muchas personas han sobrevivido a ella. Y no me averguenzo, porque no es hasta que abandoné mis esperanzas y me rendí, que la encontré y me enseñó a estar donde estoy, y a descubrir lo que realmente quiero y quién puedo llegar a ser. 


Las gracias solo las merece, mi alma adolorida que me enseñó que lo bueno no viene cuando te levantas luego de caer, lo bueno viene cuando te levantas y sigues caminando. 


Y empiezas a correr.

3 comentarios:

Javier Muñiz dijo...

Hola, bellas letras desnudan la profunda belleza de este blog,si te gusta la palabra infinita, la poesía, te invito al mio,será un placer,es,
http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
gracias, buen día, besos irreverentes...

Anónimo dijo...

Estimada Pamela, hace miles que no revisaba mi blog y encontré un comentario tuyo...muchas gracias...y te encuentro mucha razón...no hace olvidar, pero reconforta y ayuda a poner las cosas en perspectiva :)

Un cálido saludo

Anónimo dijo...

Hermoso...