jueves, enero 21, 2016

Empezando a correr...

Había una vez...
Una vez que me rendí, pensé que ya no volvería.
Me rendí sin condiciones, sin secretos, sin importarme nada de nadie, ni de mi propia existencia.
Me rendí pero seguí. Como caminar en un suelo de piedras filosas, no te paras por el dolor porque sabes que adelante está la salida, que en algún momento podrás volver a respirar, y sigues sangrando, sigues agrandando la herida. Porque cuando te rindes te desconoces. Desconoces tu esfuerzo de ser una persona de bien, desconoces el esfuerzo de tus padres por traerte al mundo. Desconoces y anulas la existencia de Dios y su plan divino. Desconoces su misericordia.

Cuando ya solo dejas que el río corra, sin enfrentarte a él, sin hacerle saber que vas a pelear contra su cauce poderoso pero llegarás a tu meta y seguirás con dignidad, el río en algún momento se cansa, y te deja seguir, te deja tranquila, y aveces hasta te empuja, y te ayuda.


Hoy me siento diferente. Porque reconozco que soy solamente humana, que soy perfectamente capaz de cometer y repetir los errores, que es falso eso de que con una piedra en el camino se aprende. Hasta que no te encuentres con "La Madre Piedra" no llegas a tu enfoque, a tu destino, a tu propio cauce. Aunque hay unos que nacen con la madre piedra sobre ellos, yo la conocí ya crecidita, en tiempos donde ya muchas personas han sobrevivido a ella. Y no me averguenzo, porque no es hasta que abandoné mis esperanzas y me rendí, que la encontré y me enseñó a estar donde estoy, y a descubrir lo que realmente quiero y quién puedo llegar a ser. 


Las gracias solo las merece, mi alma adolorida que me enseñó que lo bueno no viene cuando te levantas luego de caer, lo bueno viene cuando te levantas y sigues caminando. 


Y empiezas a correr.

viernes, mayo 27, 2011

La Anunciación



Tulipanes repetidos, comienzan una canción…
Sonrisas de vientos boreales, colorearon este día,
Cuanto puedo yo darte ahora, pequeña niña de algodón,
Si los que la luz hoy te dieron, no caben de tanta alegría?

Hoy los cascabeles sonaron en armonía,
Puesto que una linda princesa acaba de aterrizar...
De donde viene tan esperada niña?
De las nubes! Dijeron unos… las vidas vino a alumbrar!

Y así todas las estrellas comenzaron a brillar,
Más fuerte! Ellas comentaban, “tenemos que hacernos notar”!
Pero era tanta la luz que irradiaba aquella niña,
Que se rindieron las pobrecillas,
Nada pudieron lograr.

Ha terminado este cuento, o tal vez sea una canción?
Y se ha comentado el momento en que vino al mundo esta chiquilla,
Porque se ha tardado tanto? Dijeron las florecillas.
Ha llegado y eso es todo! Ya dejen de preguntar!...

viernes, mayo 06, 2011



Tristeza


Amo como ama el miedo al amor y a la sorpresa,
Amo a mi tristeza día a día, aunque duela.

Porque duele.
Tiene la libertad de hacer lo que quiera.

Taladra mis ojos
Me deja sus huellas
Me deja ciega a las nobles estrellas
Me cuenta sus penas, desgracias, desamores.
Más sin embargo me pregunto a diario
¿Cómo viviría yo sin ella?
Alguna flor del más hermoso jardín
¿Imitaría su nobleza?

Ésta es mi tristeza,
que un día me halló en la soledad,
desde  lo más profundo de mi alma rala.
me acaricia el rostro,
me reconforta el alma.
¡Mirad cuán grande es el abismo del desespero!
del que me guarda y protege mi tristeza compañera.

viernes, septiembre 18, 2009

Dime cómo es el sol para tí


Quiero que juegues un poco con esta melodía.
Quiero que me avises si el silencio te ronda, 

si la vuelta no tiene todos los grados posibles, 
si la muestra de mis soles apagan a tus lunas,
se encharcan en el estanque,
se quedan ciegas a las penumbras.


Al final de mi sendero siempre habrá un claro de luz con flores y setas, con un exquisito aroma y un sentimiento de frescura infatigable, y es por esto, por esto me resisto a irme, no quiero ausentarme por vidas, ni comenzar a recordar.
Quiero que juegues un poco con esta melodía, que ahora suena encantadora pero detrás de sí, guarda raíces escondidas en grandes sauces que lloran sin querer.
Haz que nazca la luz, fabrica estrella llenas de sol porque no sé como es, porque ya no sé como recordar.
Dime cómo es tu sol. Hazlo brillar.




jueves, junio 11, 2009

Apuesta

Entre escoria que lame sudores se encuentra, entrecortada y delirante, con el alma estrecha y vacía como en la mesa una carta blanca. No se permite gritar. 

El  ruido del aire... Eco que desaparece a lo lejos con el recuerdo, vagas estructuras que agitadas, intentan escapar de los ojos impíos. Y entre muecas, se mueve de un lado a otro... Mira rostros sedientos y almas cargadas de miedo que congela los huesos.
 
La mente estrecha y vacía, ahora está frágil.

- ¿Que desea la madame?
Con los labios impuros y enfermos, pupilas dilatas y tan secas.
- Un receso por favor.

Un minuto, dos tal vez… se encuentra la noche con su entorno, y sigue bebiendo sonrisas hipócritas y malas lenguas. Una, dos, y cuatro...

El arma ahora vacía, y ella acabada. Satisfecha.

jueves, octubre 25, 2007

Certeza

Quise encontrar un camino que me llevase a estudiar los espíritus aborígenes de mi pasado; la verdad no encontré más que miseria y fracaso.. ahora entre Historias y sentimientos paganos quiero encontrar mi propio espíritu. ¿Para que Buscar Esencias ajenas, si mis propias fracciones de piel desnuda no conozco a cabalidad?...

Vida Cero


Nada puedo hacer ya con todo lo que ya se ha hecho.
Nada puede borrarse, ni deshacerse completo.
Todo ya está estudiado, aprendido y grabado...

 

Porque remolinos de viento No puede ser olvidado?

Los Nudos nacen de la nada, y nada puedo ya hacer,
se acumulan por jornadas, y no los puedo detener…
es como sentir granadas, en compartimientos estancos...
Como puedo yo explotarlas…
Sin matar la esperanza que se guarda en tanto?
Ahora busco de este sótano salir,
sin salvavidas ni paraguas que me protejan de vivir.
Déjame sonreír por nada, si es así que viviré.
Yo necesito palabras que por esta vía no escucharé!..

Y pensando y rodando la rueda.. lograré sobrevivir,
ya no tengo fortalezas, se cayeron al morir.
Quisiera ser sol de lluvia, que se siente y no se ve…
Quisiera ser nube oscura y llorarte.

Si… lo haré.

No quiero derramarme en este mundo…
Nada quiero yo mirarte si sé que no estás aquí…
en cera blanca y opaca has convertido mi rumbo…

Derrítete, suplica, siénteme… muere por mí!

Una Historia que contar


Caminaba por la calle en silencio, inmerso en un mundo de pesadilla. Caminaba a mano con la muerte, y una fase infernal llegaba a cubrirle por completo.

Caminaba en una calle que nadie conoce, en un mundo inexistente. Sonreía a su miseria, maldecía a quien todo tenía, porque él era nada. Delante, se lucía la calle majestuosa, húmeda por el rocío, brillante como un río de plata.


Percibía sensaciones desconocidas, escuchaba vibraciones, moría con cada gota que se evaporaba al calor de esa noche.

Logró divisar a lo lejos, un río; calmado, brillante, infinito.

Quiso  comprobar si podía caminar sobre él, como lo hizo con los ojos cerrados, sintiendo como único soporte de sus pensamientos el suelo húmedo bajo sus pies.
Se acercó a la orilla de la calle, siguió hasta permitirse un segundo de paz, luchando contra su propia agonía, pensando en quien sabe qué cosas, guardando secretos inimaginables.

Y sin que él lo esperara, la tierra lo sacó de sus entrañas por estar maldito, y fuertes brazos  lo inundaron por completo.

Siguió sonriendo a su reposo infinito.

Y la gente habló por años de aquel, abrazado, encontrado inmaculado, empapado de una vida que no le pertenecía.
Aquel que no tenía nada pasó a tener ahora una historia, la de esa noche donde decidió liberar su alma. Una historia que contar.

Sublime subliminal



Muchas veces he pensado, cuando los vientos de oscuridad llegan a mí,que las sensaciones vienen con el corazón abierto y los ojos cerrados…
Los besos en primavera, las cálidas sonrisas del verano, las miradas entrañables en otoño, y los tibios amores del invierno, nacen con el corazón abierto y los ojos cerrados.

Quisiera ser nube oscura y llorarte, pero no quiero derramarme en este mundo , no quiero cerrarme ante tu ausencia, así que me lleno de plenitud de tan sólo imaginarme en tus ojos, me paraliza una sensación de bienestar y me inunda un inesperado temor a perder la razón.

Entonces, aún en mi sano juicio, cierro los ojos para deleitarme con el leve rumor de tus pupilas adentrándose en mí, devorando mi más sublime naturaleza, tomando sin piedad un trance sin retorno hacia el sur de mi existencia.

El viaje termina y me quedo ahí,
con el sol del verano en mi garganta,
el corazón que a menudo vuelve y se dilata,
y una expresión de paz que clama apasionadamente
una sola de tus miradas
y el más suave susurro de tus besos.